El Día de la Mujer Trabajadora a veces lo enfocamos para simplemente recordar o ver lo que tenemos en nuestro entorno más próximo. Hay quien se centra en, si en nuestra sociedad actual, las decisiones o las políticas que se adoptan son las justas o apropiadas. Hay quienes se apuntan al carro de la celebración de este día con fines electoralistas, también encontramos quienes lo rechazan ya que entienden que puede ser un síntoma más bien de desigualdad que de igualdad entre hombres y mujeres, podemos escuchar debatir acerca de si el trabajo en el hogar tiene o no la consideración debida... Pero todo ello se nos queda muy cercano en espacio y tiempo.
Puede ser un día para mirar un poco más allá de nuestro alrededor. No pensemos en sólo en nosotras, las del mundo de occidente, nuestra situación no tiene nada que ver con la de millones de mujeres de los países pobres. Esas mujeres que no entienden de si su salario es el mismo que el del hombre que se sienta en la oficina en la mesa de al lado suya, esas que no atisban ni de lejos el significado de "hora de lactancia", "conciliación" o "reducción de jornada"...etc. Mujeres que se pasan la vida cultivando, malvendiendo cosechas, transportando agua cada día un número impensable para nosotros de kilómetros, cuidando animales de sol a sol...todo ello sin dejar de atender a una numerosísima familia y desde una edad muy temprana...
También puede ser un día para mirar un poco más atrás. Recordar que a mediados del XIX comenzaron en Nueva York las protestas de las mujeres del sector textil ante su lamentable situación. Que el 8 de marzo de hace 103 años en la misma ciudad, más de cien mujeres morían al ser encerradas por el dueño de la fábrica en la que trabajaban y prender fuego a la misma con las trabajadoras dentro. Estas trabajadoras solicitaban una jornada laboral de 10 horas y descansar los domingos, cosa que a su patrón no le pareció muy lógica. Cuando sucedió esto las mujeres que fallecieron en el incendio trabajaban en telas de color morado, de ahí que este día sea representado con el mismo color. Al año siguiente se instauró el 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer Trabajadora.
Con el suceder de los años la celebración de este día se extendió a otros países en el continente europeo. Desde 1977 (¡qué reciente, no!) las Naciones Unidas invitan mediante una resolución a todos los países a celebrar, cada 8 de marzo, el Día Internacional de la Mujer Trabajadora.
Y después de haber puesto nuestra atención en lo lejano y en el pasado, sopesemos que en nuestra sociedad está aceptado como norma el trabajo de las mujeres sin salario, sin el que la misma no podría sobrevivir. Mujeres que desarrollan tareas fundamentales para que todo nuestro "engranaje" funcione, trabajan sin descanso en sus hogares, en la ganadería y la agricultura, en empresas familiares pasando también inadvertidas, cuidando mayores o enfermos, a los más pequeños de las familias... He tenido ocasión de leer en estos días que el volumen total de este trabajo equivale a 10 trillones de euros (no recuerdo si era anualmente, de todas formas, una barbaridad como para que no sea tenido en cuenta en una sociedad en la que absolutamente todo tiene un precio)
Tal y como acontecen las cosas en nuestra sociedad, me alegra observar de que independientemente de que esta celebración se considere más o menos oportuna, el 8 de marzo es un día respetado, y no ha pasado aún a engrosar el calendario comercial en el que conviven días dedicados al padre, madre, enamorados....o lo que haga falta... Desearía que fuera un día verdaderamente dedicado a la reflexión acerca del pasado presente y futuro de la mujer en el mundo laboral y en todos los lugares del mundo.
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